Los datos de desempleados en el mes de agosto nos vuelven a la previsible realidad de nuestro mercado laboral, casi 85.000 personas más han pasado a engrosar las listas de parados en nuestro país, y eso que todavía no han cesado las innumerables obras menores del Plan E y que sirvieron de alivio al ejecutivo durante los meses de junio y julio. La realidad nos vuelve a la dura realidad, que por más que se empeñe el Ministro de Trabajo, es que sobrepasamos los 4 millones de desempleados, cifra a la que según él nunca llegaríamos. Y desde la USO queremos recordarle que no se puede hace la política del avestruz –ocultar la cabeza- ante la realidad.
A este ritmo, podemos finalizar el año rondando los 5 millones, y ante esto que hace el Gobierno, quedar a cenar con los sindicatos mayoritarios para ver cuantos meses más o menos se otorgan a la “nueva medida” de los 420€ olvidándose de los 1.441. 922 personas que no perciben nada.
Acabamos de conocer los datos de paro en la Unión Europea y España duplica la media Europea de paro, por qué no miramos a nuestros vecinos; si la crisis es global en Europa sus efectos sobre el empleo no lo son. Por tanto desde la USO reclamamos medidas que nos hagan converger con Europa en la tasa de paro, temporalidad, etc. No queremos ser los campeones europeos del desempleo, y esperamos que durante la próxima presidencia de la UE abandonemos este título.
Si a estos datos unimos el descenso de nuestro PIB vemos que por cada punto de descenso del PIB estamos asistiendo a una caída de la ocupación de 1,5 puntos. Así que echen cuentas de los años que nos costará llegar a volver a crear empleo neto.
Si a estos datos unimos el descenso de nuestro PIB vemos que por cada punto de descenso del PIB estamos asistiendo a una caída de la ocupación de 1,5 puntos. Así que echen cuentas de los años que nos costará llegar a volver a crear empleo neto.
Desde la USO queremos recordarle al Gobierno que si no se incentiva nuestra demanda interna, la máxima responsable de la caída de nuestro PIB, seguiremos sin crear empleo. Por tanto hay que conseguir que haya liquidez en los hogares y en las Pymes, y generar confianza. Eso no se consigue con amenazas de congelaciones salariales para cuadrar la mala gestión de las cuentas públicas.
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