viernes, 2 de octubre de 2009

Nuestro mercado laboral un enfermo crónico que no recibe tratamiento

La Unión Sindical Obrera (USO), ante los datos del paro ofrecidos por los servicios públicos de empleo manifiesta que la situación de nuestro mercado laboral es la de un enfermo crónico, que no está recibiendo el tratamiento adecuado, y su evolución sigue empeorando, aunque el Gobierno siga consolándose diciendo que empeora a menor ritmo, en lugar de tomar medidas para proceder a su restablecimiento.
Lo primero que habría que hacer es no ocultar los síntomas de la enfermedad, algo que sistemáticamente se viene produciendo desde el Ministerio de Trabajo, con sus propios datos el número de desempleados se sitúa en 4.194.171, de los cuales 1.485.967 estarían sin percibir ningún tipo de prestación.
Este dato que nos da el Ministerio de Trabajo, en el cual se incluye un incremento de parados en el mes de septiembre, contrasta con el que se desprende de los datos publicados ayer por Eurostat que situarían el número de desempleados correspondiente al mes de agosto en 4.362.574 parados, si a estos le sumamos el incremento producido en septiembre ya estamos rondando los 4,5 millones de parados.
Junto a estos datos la USO ve con preocupación como el ajuste en el empleo que se está produciendo en nuestro país que comenzó por la contratación temporal, ahora comienza a hacerlo con aquellos que tenían un contrato indefinido cuya reducción con respecto al año anterior es del 26%.
Todo esto se refleja en el número de cotizantes a la Seguridad Social, con un descenso en el régimen general cercano al millón (-6,75%).
Para la USO estos datos ponen en entredicho las previsiones macroeconómicas que sustentan el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, y deberían hacer al Gobierno reflexionar sobre los mismos. Si se cumplen las previsiones del FMI, que duplican el decrecimiento de nuestro PIB, el empleo se seguirá resintiendo, y la cifra de los 5 millones de parados la tendremos al finalizar el año.
Por ellos desde la USO urgimos al Gobierno y a las fuerzas políticas para que hagan del presupuesto un instrumento útil y solidario para reactivar nuestro sistema productivo, que genere liquidez en las pymes y hogares, incremente el consumo interno y frene así la caída del PIB. Por mucho que lo diga el Presidente del Gobierno, con valores del PIB negativos no crearemos empleo.

jueves, 1 de octubre de 2009

Es la noche de César: entrevista a José Luis Fernández - 22/09/09

Los trabajadores, a pagar una vez más.


Ante la presentación en el Congreso de los Diputados del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado, la Unión Sindical Obrera (USO) quiere manifestar que una vez más seremos los trabajadores y trabajadores los que con nuestro esfuerzo sacaremos al país adelante, a pesar de la poca colaboración del Gobierno en ello.

Esta aparente reforma fiscal que se incluye en el Proyecto de Ley, sólo tiene un afán recaudatorio para intentar nivelar el déficit de las cuentas públicas, atreviéndose a pedir un sobreesfuerzo a los ciudadanos, mientras ese mismo sobreesfuerzo y austeridad no se hallan en el gasto de las administraciones públicas.

La reforma fiscal ni es “solidaria” ni es “equitativa”, como dice el Gobierno, sino más bien todo lo contrario. El Presidente del Gobierno, en lugar de ser el nuevo Robín Hood, que daba a los pobres lo que obtenía de los ricos, se está convirtiendo en el “príncipe Juan”, haciendo que la Ministra Salgado sea la nueva sheriff de Nottingham encargándola de la recaudación de los impuestos cuya subida afectará principalmente a las clases media y baja, es decir, a los trabajadores y trabajadoras de este país.

Los 10.950 millones de euros que esperan recaudar con esta subida de impuestos, olvidándose de que un aumento de impuestos no implica necesariamente una subida en la recaudación, se obtendrán así:

- 5.700 millones, más del 50% del total, saldrán de la supresión de los 400 euros, medida que afectará a 12 millones de declarantes. Como esta cantidad es igual para todos, su supresión la notarán más los que menos ingresos declaran, que son los que tienen rentas más bajas.

- 5.150 millones de euros se obtendrán de la elevación de los tipos de IVA, un impuesto indirecto que afecta más a los que menos ingresan, es lo menos solidario y equitativo. El IVA pasará del 7% al 8% en el tipo reducido y del 16% al 18% en el tipo general. Esta medida se aplicará a partir del primero de julio del próximo año. Y aunque nos dicen que el IVA súper reducido de los productos de primera necesidad no subirá, el valor real de estos productos se va a encarecer por el efecto dominó de las subidas del IVA en todo aquello que afecta a su elaboración: energía, transporte y distribución, etc.

- El resto, que suponen 800 millones, se recaudarán de las rentas del ahorro. Son rentas que los contribuyentes obtienen de depósitos, seguros de vida, venta de viviendas o fondos de inversión, que pasarán a tributar desde el 1 de enero del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros, y el resto al 21%. Conviene recordar que cerca del 67% de los ahorradores tienen rentas anuales por debajo de los 21.000€ (1.500 mensuales) y de éstos, el 56% están por debajo de los 12.000€ de renta anual.

La conclusión es clara, la parte más importante de esta subida de impuestos recaerá, una vez más, sobre los trabajadores, aquellos que acreditan sus ingresos mediante una nómina, que son los más controlados por Hacienda.

Como en la historia, el sheriff de Nottingham no se comportaba con la misma exigencia con los poderos. Así, esta propuesta se olvida de las Sociedades de Capital Variable (SICAV) que tienen grandes ventajas fiscales, ya que ya que sólo tributan anualmente al 1% en concepto de Impuesto de Sociedades siempre y cuando los beneficios se queden en la propia sociedad de inversión, que es lo que suele suceder. Si los beneficios se retiran, entonces tributan como renta de capital.

Sin embargo, las PYMES tributan entre el 25% y el 30%, y con las nuevas medidas para la pequeña empresa y autónomos será del 20% ó 25%, siempre que mantengan o aumenten empleo, es decir que les vaya bien. Una vez más este Gobierno dice acudir en ayuda de los más necesitados, cuando estamos asistiendo a la quiebra de numerosas PYMES y a la ruina de muchos autónomos, que serían los que necesitarían de estas ayudas para poder salvarse y salvar así el empleo.

Otro ejemplo lo tenemos en los deportistas extranjeros, que tributan al 24% mientras los nacionales lo hacen al 43%.

Desde la USO creemos necesario una reforma fiscal a fondo, no meras medidas para hacer caja, una reforma que busque realmente que las personas coticen en función de su renta real. Es más necesario que nunca una mejor y más justa redistribución de la riqueza. Esta reforma debería buscar la transparencia, la simplicidad y la claridad, favorecer el ahorro, la inversión productiva a largo plazo y apoyar a las familias.

Junto a esto, creemos que es necesario que el Gobierno y las Administraciones Públicas sean ejemplares y por tanto estos presupuestos deberían contener un plan de austeridad para recortar el gasto público. Sin él las propuestas del Ejecutivo carecen de credibilidad. El único recorte explícito viene dado por una subida testimonial en las retribuciones de los empleados públicos que, fruto de la subida impositiva, verán cómo merma su poder adquisitivo.

Estos presupuestos parecen olvidarse de que lo que necesita nuestra economía para recuperarse es liquidez, es incremento del consumo interno, cuyo descenso hace que el PIB siga decreciendo. Con la subida impositiva que se plantea esto no va a suceder, y por mucho que lo diga el Presidente del Gobierno, con valores del PIB negativos no crearemos empleo.