• El Gobierno debe priorizar su política en las personas y no en las entidades de crédito.
• ¿Cuánto van a aportar las entidades que se queden con el “negocio”.
Madrid, 26 de junio de 2009.
La Unión Sindical Obrera (USO) considera que la aprobación en el día de hoy del nuevo Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) dotado con 9.000 millones de euros, y que con avales podría llegar hasta los 99.0000 millones, es una muestra más de la falta de coherencia y rigor del Gobierno para abordar la crisis económica, financiera y del mercado laboral que atraviesa nuestro país.
La situación por la que atraviesan algunas (no hay datos exactos de cuantas y cuales son) de las entidades de crédito, no es algo que pueda decirse que el gobierno desconocía. Ya en el pasado octubre aprobó un fondo, con cargo al Tesoro, para apoyar la financiación del sistema financiero con una aportación de treinta mil millones de euros ampliable hasta un máximo de cincuenta mil millones de euros.
El objetivo de este fondo fue garantizar que la financiación llegase a empresas y ciudadanos para mantener la actividad económica y el empleo. Algo que no ha ocurrido.
También entonces se aprobó el otorgamiento de avales del Estado a las entidades de crédito residentes en España para cubrir las emisiones de pagarés, bonos y obligaciones. Eso suponía una cantidad de 100.000 millones de euros. No hay que olvidar que en ese paquete de medidas se incluía que hasta el 31 de diciembre de 2009, se autorizaba al Ministro de Economía y Hacienda la adquisición de títulos emitidos por las entidades de crédito residentes en España que necesiten reforzar sus recursos propios, incluyendo participaciones preferentes y cuotas participativas.
En consecuencia desde la USO entendemos que lo primero que tendría que hacer el Gobierno antes de emprender nuevas medidas en presentar la evaluación de las ya emprendidas o por qué estas no se han materializado en sanear eficientemente nuestro sistema financiero. En definitiva queremos un Gobierno que haga de la transparencia un valor de su gestión.
En este nuevo proceso de reestructuración que se abre, las entidades que vayan a quedarse el mercado deberían asumir su parte e invertir en el proceso y no sólo quedarse al final con el beneficio y la nueva estabilidad que surja. Cómo siempre al final esto se resolverá con más trabajadores en las listas del desempleo.
En el fondo de este problema está la situación de determinadas cajas de ahorros, y la competencia de los gobiernos autónomos para aprobar o no los procesos de fusión. ¿Qué papel real va a asumir el Banco de España en este proceso? Al final un problema político que pagaremos los trabajadores.
Desde la USO entendemos que si bien es necesario tener un sistema financiero eficiente, y ello debería notarse en que el crédito fluyese hacia las Pymes y familias, el Gobierno debería preocuparse de invertir sus recursos priorizando a las personas, y no a las entidades de crédito. Y que estas entidades tienen que asumir su cuota de responsabilidad en el proceso.
Por qué este dinero no se utiliza para dotar al 1.451.656 de desempleados de una renta activa de inserción y posibilitarles así salir de la dramática situación en que se encuentran. O por qué no se utilizan estos recursos para un Plan contra la exclusión social y la pobreza que diese una solución digna a estos potenciales trabajadores.
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